Llega el buen tiempo y con él el deseo de renovarnos. Por eso un día cualquiera abres la puerta de entrada y de repente lo sabes: es hora de darle una nueva cara y hacer una reforma. Puede que tengamos muy claro lo que queremos cambiar, o puede que no, pero lo que sí sentimos es que nuestra casa necesita una remodelación. En cualquier caso, debe quedar claro que una reforma puede convertirse en una pesadilla si carece de organización y eso comienza con el presupuesto.

Según las encuestas, más del 65% de los españoles señalan el gran desembolso que suponen las reformas como un motivo para justificar la falta de reparación de los daños en el hogar. «El temor a no tener suficiente dinero para afrontar la reforma de una casa o la falta de tiempo paraliza a muchos propietarios para realizar un ‘lifting’ de la casa.

Pero es posible hacer pequeñas renovaciones que lleven a grandes mejoras con poco esfuerzo y sin rascarse el bolsillo: poner cubiertas de vinilo, pintura antihumedad, cubrir los muebles de cocina con vinilo brillante o mate, o pintar las paredes del baño con esmaltes sintéticos.

Hay que tener claro el objetivo de reformar el hogar: un cambio de estilo no es lo mismo que modernizar una casa antigua, donde hay que arreglar todo, desde las tuberías hasta las paredes. En este último caso, la reforma puede ser tremenda

La pintura lo cura todo

Está claro que la principal ventaja de pintar una casa es estética: obtenemos un nuevo ambiente y renovamos el espacio. Pero la pintura también desinfecta. La pintura tiene una serie de agentes que eliminan todo tipo de ácaros que se esconden en pequeños agujeros y rincones (especialmente la pintura de cal, que tiene un alto poder bactericida). Además, ayuda a eliminar los olores incrustados como el tabaco y hace que las paredes y el espacio vuelvan a respirar.

Pero una capa de pintura puede ser un gasto muy elevado, sobre todo si hay que quitar los azulejos de la pared antes de poder ponerla en funcionamiento, pero si lo que se quiere es reducir costes en la reforma, la mejor opción será pintar sobre los azulejos.

Renovar los pisos

Una opción barata que no requiere trabajo para cambiar el suelo es usar vinilo o linóleo autoadhesivo. Esta es una solución en la que se coloca fácilmente sobre el viejo y son resistentes a la humedad. Otra opción es el suelo de resina o el suelo flotante. Ninguno de estos materiales requiere trabajo y son un 30% más baratos que los de baldosas.

Las puertas corredizas son una tendencia

Desde hace un par de temporadas, este tipo de puerta se ha llevado muy bien con la decoración de estilo industrial, pero la verdad es que hay puertas correderas de todos los estilos: modernas, rústicas, de vidrio, de madera, etc. Además de ser bonitas, ahorran espacio y son una solución interesante para espacios pequeños.

Tire de un tabique para ganar en amplitud

Derribar un tabique es uno de los trabajos más sencillos y con la mejor relación calidad-precio. Con poca inversión, se puede transformar totalmente un espacio, permitiendo que la luz natural entre en las habitaciones, así como conectar y ampliar las habitaciones. Por otro lado, los espacios abiertos nunca han estado tan de moda como lo están hoy en día.

Iluminar correctamente

Para reducir los costos, es esencial un análisis preliminar de la distribución de la casa con el que sepamos exactamente dónde necesitamos más o menos iluminación. La manera de reducir el costo es reducir lo más posible el número de enchufes o puntos de luz a instalar. Una práctica común que reduce los costos es aprovechar, en la medida de lo posible, los conductos existentes, mientras que ocultar los cables para las lámparas o las extensiones se puede hacer utilizando canaletas de plástico que luego se pueden pintar del mismo color que la pared o el techo.