En el Bhagavad Gita, el cuerpo sutil humano se describe como una combinación de la mente, el intelecto y el ego, y es el cuerpo sutil el que controla lo físico. A través del cuerpo sutil, el yogui experimenta el placer y el dolor.

Según la filosofía hindú y yóguica, un individuo está compuesto por tres cuerpos: el karana sharira (cuerpo causal), el sukshma sharira (cuerpo sutil) y el karya sharira (cuerpo físico grueso).

Se considera que el cuerpo sutil son las distintas capas energéticas que componen al ser humano más allá de lo físico.

Consta de tres de las cinco koshas (envolturas) de la existencia humana:

  • pranamaya kosha : la envoltura de la fuerza/energía vital
  • manomaya kosha : la envoltura mental o psicológica
  • vijnanamaya kosha : la envoltura de la sabiduría y el intelecto

El cuerpo sutil se describe en antiguos textos indios como los Upanishads y el Bhagavad Gita, en los que se describe como un cuerpo que emana del cuerpo causal y que manifiesta y controla todos los aspectos del cuerpo físico.

Los tres cuerpos están interconectados y la vida óptima se produce cuando están en armonía unos con otros. Se cree que el cuerpo sutil transmigra después de la muerte física, operando como un medio para la reencarnación.

Además del nombre sánscrito sukshma sharira, el cuerpo sutil se conoce a veces como linga sharira (cuerpo astral).

La Yogapedia explica el Cuerpo Sutil

El concepto de cuerpo sutil es fundamental en las tradiciones yóguica, tántrica y taoísta, además de en varias escuelas del hinduismo y el budismo.

Aunque no puede verse con el ojo físico, la conciencia del cuerpo sutil puede desarrollarse a través del tercer ojo. Se cree que cada capa del cuerpo sutil, que se desplaza hacia el exterior del cuerpo físico, vibra a un ritmo más rápido que la anterior.

Junto con las envolturas energética, psicológica y de sabiduría, el cuerpo sutil contiene pancha jnanendriya (los cinco órganos de los sentidos), pancha karmendriya (los cinco órganos de acción: pies, manos, recto, genitales y boca), así como la mente, el intelecto y el ego. Cultivar la comprensión del cuerpo sutil es, por tanto, un medio para entender las reacciones, las respuestas y el sentido del yo.

Cada uno de los tres cuerpos desempeña un papel en el transporte del Ser a lo largo del camino hacia la liberación del sufrimiento y del ciclo de reencarnación.

A través de prácticas de yoga como asana, pranayama y meditación, se hace posible manipular las energías de los cuerpos físico y sutil como medio de conectar con el Ser superior a través del cuerpo causal.

A cada cuerpo se le asocian koshas, o capas de conciencia que ocultan el verdadero Ser

A medida que el yogui descubre cada capa y la elimina, se acerca a la unidad con el universo y su verdadero Ser. El yogui retira estas capas en el cuerpo sutil a través de tres de Las Ocho Extremidades del Yoga: pranayama (ejercicios de respiración), pratyhara (retirada sensorial) y dharana (concentración).

A medida que se desarrolla la conciencia de cada cuerpo, uno se acerca a la comprensión del verdadero Ser conocido como Atman y forja una conexión con la energía universal, o Brahman.

Según el sistema yóguico, el prana (energía vital) viaja por el cuerpo sutil a través de unas vías conocidas como nadis, que convergen en unos centros energéticos llamados chakras.

Cualquier bloqueo o desequilibrio dentro de este sistema puede causar malestar físico y mental, enfermedades y dolencias. En la medicina tradicional india y tibetana, el modelo del cuerpo sutil se utiliza como mapa del funcionamiento del sistema nervioso central.