Mientras que muchas empresas están familiarizados con las formas de promover la seguridad y la seguridad en sus lugares de trabajo, que no siempre piensan en la seguridad de sus estacionamientos. Los aparcamientos y garajes son convenientes y necesarios para muchos negocios, pero desgraciadamente pueden convertirse en lugares peligrosos para sus clientes y empleados si no se toman precauciones.

3 formas de promover la seguridad en los estacionamientos

1. GARANTIZAR LA VISIBILIDAD

La visibilidad es la clave de la seguridad. Para evitar accidentes en su aparcamiento, despeje las salidas y entradas de cualquier punto ciego que pueda bloquear la visión del conductor, como árboles, arbustos o contenedores de basura. Además, es una buena idea instalar una iluminación brillante en tus aparcamientos para disuadir las visitas de ladrones o asaltantes. La iluminación también facilitará a los conductores la visión de los peatones.

2. INSTALE BOLARDOS DE HORMIGÓN

Los bolardos de hormigón son postes cortos de hormigón que se utilizan por estética, así como para promover la seguridad. La instalación de bolardos de hormigón ayuda a mantener un buen flujo de tráfico, así como a marcar claramente las zonas restringidas. Una serie de bolardos puede ayudar a dirigir a los conductores a la parcela en la que deben estar y evitar que entren en zonas no permitidas. También designan límites de separación entre personas y vehículos, o pueden utilizarse para crear una zona de aparcamiento de bicicletas.

3. UTILIZAR TOPES DE APARCAMIENTO

Los topes de estacionamiento ayudan a los conductores a saber a qué distancia deben entrar en un espacio y a mantener los coches en líneas ordenadas en el aparcamiento. También evitan que los conductores se acerquen demasiado y choquen con el coche de delante, o que se salgan de la acera y caigan en una zanja u otro peligro.

Badenes para reducir la velocidad

Los badenes y las lomas desempeñan un papel importante en la pacificación del tráfico y en el aumento de la concienciación en la carretera.

La velocidad es el factor principal en la mayoría de los accidentes de vehículos, lo que aumenta tanto el riesgo como la gravedad. A medida que los conductores se mueven más rápido, tienen menos tiempo para responder a las condiciones de la carretera y cualquier colisión resultante causa más daños.

Para contrarrestar el problema del exceso de velocidad, los municipios pueden elegir entre una serie de herramientas de pacificación del tráfico para fomentar la conducción segura. Los límites de velocidad, los badenes, las rotondas y las señales son algunas de las estrategias utilizadas para reducir la velocidad de los conductores y aumentar su concienciación.

Aunque las zonas de velocidad también fomentan la conducción segura, su aplicación a gran escala puede resultar difícil y costosa. En las zonas en las que el exceso de velocidad conlleva un mayor riesgo, los desvíos verticales imponen una reducción de la velocidad. Los badenes y los resaltos de velocidad son ejemplos de estas desviaciones verticales, y se utilizan mucho por su facilidad de instalación y su bajo coste.