
Sin embargo, la autenticidad de la mensajería instantánea debe ser demostrada para su admisión en juicio, un procedimiento delicado que sólo los expertos informáticos especializados o peritos de Whatsapp pueden llevar a cabo.
El Laboratorio de Electrónica Forense (LEF), no basta con presentar las transcripciones literales y las capturas de las conversaciones, ya que sólo la presentación de un dictamen pericial les da validez judicial.
Cada día se envían 42.000 millones de textos y 1.850 millones de fotos y vídeos a través de WhatsApp, una aplicación de mensajería que el año pasado superó el 93% de los usuarios entre quienes tienen un Smartphone en España, según el Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Sin embargo, las actividades delictivas están a la orden del día en los mensajes instantáneos, siendo reconocidos como prueba en los procesos penales, al igual que los SMS y los correos electrónicos.
La Ley de Enjuiciamiento Civil subraya la aceptación, como prueba, de los medios de reproducción de la palabra, el sonido y la imagen, incluidos los instrumentos utilizados para almacenar y comunicar dichos medios.
Por este motivo, WhatsApp se ha visto involucrado en procesos de renombre, como el caso Bárcenas, donde las conversaciones con este ex político onubense le llevaron a la cárcel, o el caso Pistorius, que involucró a un atleta sudafricano cuyo WhatsApp reforzó la acusación por el asesinato de Reeve Steemkamp.
Para ser utilizados en un juicio, los mensajes de WhatsApp deben cumplir una serie de requisitos, y el incumplimiento de algunos de ellos puede llevar inevitablemente a su desestimación. Así, el WhatsApp debe haber sido obtenido legalmente, presentado en su totalidad y -lo más importante- debe ser auténtico.
Desde el Laboratorio de Electrónica Forense, con años de experiencia por parte de sus expertos forenses en la pericia de las telecomunicaciones y la informática, explican que la gente cree que es suficiente con presentar transcripciones y capturas literales de las conversaciones, o también creen que dichas transcripciones se hacen ante notario. Esto es erróneo por varias razones, ya que podrían ser manipuladas y es obligatorio autentificarlas por un perito informático y de telecomunicaciones especializado en la materia.